Modelando con Javier Lozano.


Figura sentada. Arcilla. Medidas desconocidas.

En primero de carrera nos tocó una profesora de escultura con inclinaciones un poco entre happys y conceptuales, que según y cómo podía ser hasta divertido, pero para mí que no había hecho nunca escultura era como empezar la casa por el tejado, y el volumen la verdad que se trabajaba poco. Así que el día en que la gente se puso a jugar a balónvolea en medio de clase de escultura exploté y decidí junto con mi amigo Dani, cambiarme a un grupo en el que se hiciese modelado con barro. De este modo es como, superado el ecuador del curso, aterrizamos en clase del profesor Javier Lozano. Fue la primera de bastantes veces que me salté las “reglas-no-escritas” de la facul, con el fin de aprender, pasando bastante de formalidades y maneras. Consecuencias negativas: por un lado, y lógicamente también, nuestra decisión no le hizo demasiada gracia a nuestra profesora y, por otra parte, en la clase de Lozano el resto del grupo nos llevaba medio curso de ventaja, y Javier nos hizo empezar desde abajo; los dos primeros días nos los pasamos sudando la gota gorda para pastar barro casi seco. Consecuencias positivas: Aprender y disfrutar. Estuve en su clase durante el final de primero y también en segundo.
Hacíamos tanto bocetos como figuras acabadas. Lamentablemente no conservo ninguna, ni siquiera en foto, a excepción de la que pongo arriba... daría la casualidad de llevar la cámara de fotos ese día (ahora con las digitales es más cómodo). No sé si la hice en primero o en segundo de carrera.
Recuerdo que la última figura que modelé con Lozano la hice el doble de grande de lo que trabajábamos en la clase y la quería conservar, pero resultó que de tocha que era no cogía en el horno y también la tuve que sacrificar.

Actualización 25/07/2010.

Erica. Arcilla. Medidas desconocidas.

Revolviendo entre las fotos de obras destruídas o "tapadas" me he encontrado con ésta de la época de las clases de Javier Lozano. Si no me equivoco es precisamente la figura tocha de la que comentaba que no la pude cocer (y conservar) porque no cogía en el horno de la facul.