Homenaje a Consell de Cent 258, 3º 2ª. Parte 1 (el lugar).


Primer salón (1999). Sepia sobre papel DinA4.

 
Segundo salón (enero 2001). Tinta casera sobre papel DinA4.


Segundo salón (2004). Lápìz sobre papel DinA4.


Cocina (2003). Tinta china sobre papel DinA4.


 
Baño grande (2003). Tinta china sobre papel DinA4.


 
Baño pequeño (2003). Tinta china sobre papel DinA4.

 
Dormitorio mediano (2003). Tinta china sobre papel DinA4.

 
Dormitorio pequeño (2003). Tinta china sobre papel DinA4.

Me dejo mi habitación, que ya caerá más adelante.

Aquí tenéis una recopilación de apuntes del natural hechos en el piso de Barcelona en el que viví durante los tres últimos años de carrera y los dos cursos de doctorado (1999-2004). El primer año de carrera estuve en la residencia Anglus de la calle Aribau, que en aquel entonces era más bien un piso de estudiantes con señora. El segundo año estuve en Avda. Madrid, con Raúl González (el futbolista no, éste otro) y el mítico Jose de Murcia. Al año siguiente nos juntamos Raúl y yo con otro Raúl, Raúl Sorrosal, y ya decidimos buscar un piso céntrico, grande y económico (¡¡ey, que eso existía hace diez años!!), en el que pudiésemos pintar y guarrear todo lo que quisiéramos sin preocuparnos de compañeros de piso tiquis-miquis. Y la verdad que fue genial, los Raúles más que mis compañeros fueron como los hermanos que nunca he tenido, y los tres años que estuvimos juntos fueron geniales. Tengo un cariño muy especial a este piso ya que en el viví los años en los que para bien o para mal pude ser más “yo mismo”. Probablemente ahí han quedado guardados tanto mis mejores momentos como los peores hasta la fecha. Y anda que no ha habido momentos míticos, las fiestas temáticas que aún se recuerdan (el guateque, la de máscaras, la de romanos….aunque creo que en el ranking la más recordada es la jebi) con sus fink braus, croquetas king size, ollas de calimotxo, versiones a la guitarra de Simo y proyecciones de diapos; los huevos con salchichas de los lunes, la nevera vacía de los jueves, el chorizo de Logroño, el anticristo de discos viejunos de cantantes melódicos, las piernas en la pared, la fogosidad de Gastón con su novia trapecista, el novio-fantasma de Celia, la colección de críticas televisivas de la vanguardia, las míticas escaleras, el tufazo a aguarrás que salía de mi habitación y llegaba a las escaleras de la entrada del edificio, la vecina de arriba, el burdel de la tacones, las invasiones de hormigas, las tuberías que reventaban encima de tu cama, las sesiones de I-Ching con Arnaud, Santi y sus líos, los okupas del salón, las limpiezas de antes y después de las fiestas, las confusiones que se crearon en el baño que teníamos para tirar las pinturas etc. etc. y etc.

Vamos, que me he puesto nostálgico.